Entró un león en la cuadra de un labrador, y éste, queriendo cogerlo, cerró la puerta. El león, al ver que no podía salir, empezó a devorar primero a los carneros, y luego a los bueyes. Entonces el labrador, temiendo por su propia vida, abrió la puerta.Se fue el león, y la esposa del labrador, al oirlo quejarse le dijo: -- Tienes lo que buscaste, pues ¿ por qué has tratado de encerrar a una fiera que más bien debías de mantener alejada ?
Moraleja: No discutas con tu esposa; siempre tendrá la razón.
Durante el verano, cuando con el calor aumenta la sed, acudieron a beber a una misma fuente un león y un jabalí. Discutieron sobre quien debería sería el primero en beber, y de la discusión pasaron a una feroz lucha a muerte. Pero, en un momento de descanso, vieron una nube de aves rapaces en espera de algún vencido para devorarlo.
Entonces, recapacitando, se dijeron:
¡ Más vale que seamos amigos y no pasto de los buitres y cuervos !
Moraleja: Pelea rápido antes de que te arrepientas.
Unos sacerdotes tenían un asno al que cargaban con sus bultos cuando se ponían en viaje. Un día por fatiga se murió el asno, y desollándolo, hicieron con su piel unos tambores, de los cuales se sirvieron. Habiéndoles encontrado otros sacerdotes de Cibeles, les preguntaron que dónde estaba su asno. -Muerto - les dijeron -; pero recibe más golpes ahora que los que recibió en su vida.
Moraleja: Es mejor un carro que un burro.