domingo, 27 de enero de 2013

SUEÑO DE UN DIRECTOR QUE FILMÓ HACE MUCHOS AÑOS

A continuación un sueño que acabo de tener (28/01/2013), y creo apropiado contarlo, porque no dista mucho de lo que podríamos encontrar en una material extra de un DVD; bueno, si hubiera llevado la cámara.


En mi sueño soy alguien viejo. Estoy sentado en un sillón bastante rústico, tal vez tejido, eso sí, muy cómodo. Estoy sentado en el comienzo del pasillo y el fin que da al exterior es bastante grande, unos 15 metros. Al lado izquierdo solo pared con cuadros y al derecho muchos cuartos y entradas a las otras partes de la casa. Estoy creo, en una finca antioqueña.

Tengo a mi mano un librito y empiezo a ver listas de nombres. Entonces, una gran emoción se embarga de mí. Y empiezo a reír y llorar al mismo tiempo. Las personas empiezan a salir de un lado y de otro. Una chica de cabello rubio, tez blanca y pecas en su cara, no muchas, se acerca a mí con un jugo de maracuyá. Y yo digo “ya estoy algo viejo ven, recuérdame quienes son ellos”, es cuando le señalo una lista de nombres en el librito. En mi mente se cruzan pensamientos de una película que hice hace muchos años. Se supone ahora que soy un Francis Ford Coppola, o algo así, y los vagos recuerdos de un sueño anterior, indican que grabé algo en el Japón. La chica me dice "esta de acá es ella", y yo digo cosas como “cómo has crecido”, “ven acá dame un abrazo”. Uno de los nombres es de hombre y como todos los otros en inglés, pero yo estoy seguro que era un nombre de hombre. La chica llama al dueño del nombre y aparece ante mí una enfermera. Yo le digo “¿por qué te cambiaste de sexo?”; y el me responde “fue en bachillerato cuando jugaba baloncesto”; intuí que fue por algo hormonal el cambio.

Y así, uno venía y otro más, en total cuatro jóvenes, de los que tenía recuerdos de cuando eran muy, muy niños. Luego frente a mi aparece un compañero, un productor o director, al que abrazo y le digo “estos muchachos han crecido, no crei que estuvieran tan grandes y yo tan viejo”. Me abraza y paulatinamente se van todos. Le digo "que lástima no haber traido mi cámara". Me acuerdo que de veras tengo una camarita digital.

El Actor  Colombiano Álvaro Bayona
Me despierto nuevamente con una tos espantosa, por lo que la chica se acerca a mi. Yo ni puedo hablar. Se acerca y como siento que ya se está pasando la tos, me hago el muerto y dejo caer de la mano el libro, y pronuncio las palabras “Rosebud”. La chica llama a mi amigo quien viene todo angustiado. “¿Está muerto”, exclamaba. Entonces, dejo mi parodia y suelto la risa contenida. Me burlo de la chica y le digo “creíste que estaba muerto (risas)”, y me dirijo a mi amigo que por fin me doy cuenta que es muy parecido al actor colombiano Álvaro Bayona, solo que con una panza de gran proporción; le digo “le hice como en Ciudadano Kane, dejé caer el libro y dije Rosebud; ella creyó que estaba muerto” y sigo con mis jajajas.

Ahora, tengo un tos fuerte, ya no es el yo del sueño, sino mi yo real que se ha despertado; con tos.

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